Después de 26 minutos y 45 segundos, la derrota y el record ya eran un hecho. En el anonimato que significa jugar la primera ronda de la clasificación del Challenger de Bratislava, en Eslovaquia, dos locales se convertirían en recordistas del Challenger Tour. El 6-0/6-0 que Martin Blasko le proporcionó a Lukas Jelenik sería el partido más corto en la historia del segundo escalón del profesionalismo. EfectoTenis pudo corroborar el dato según las estadísticas proporcionadas por el enciclopédico periodista argentino Eduardo Puppo, en contacto con la ATP. Hurgando en el archivo, el despacho más veloz de la historia fue en 2001, en Shanghai. El verdugo fue el español Francisco Clavet que le regaló una “bicicleta” (N. de Ref: en la jerga tenística se lo llama al doble 6-0) al chino Shan Jiang que apenas duró 25 minutos en cancha.
El saludo post partido.
Desde aquel fugaz partido (disputado el sábado 1° de noviembre de este año) donde Martin Blasko ganó 48 puntos sobre el cemento eslovaco. Del otro lado de la red, Lukas Jelenik, de 28 años, apenas ganó doce tantos, ocho con su servicio y cuatro devolviendo el segundo saque de Blasko. Sin embargo, lejos de parecerle una deshonra, Jelenik cumplió uno de sus sueños como tenista amateur, jugar por primera vez un Challenger, y en el Court Central de su ciudad.
Jelenik y su derecha.
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Viernes 31 de octubre. 19 horas. La firma de los jugadores que jugarán la clasificación del Slovak Open, torneo que reparte €85.000 en premios, es hasta las 21 horas. Lukas Jelenik no tiene nada que perder. Llega puntual, como quien no quiere perderse la oportunidad de su vida y por las dudas asiste temprano, y firma. Tendrá que esperar hasta las 22, cuando el cuadro ya esté armado. Ahí, después de tres horas, sabrá si jugará o no su tercer torneo profesional, anteriormente participó en dos Futures. En su interior, él siente que no lo jugará, pero uno nunca sabe. Lukas Jelenik mantiene la esperanza.
“A las diez de la noche volví al club a ver si de casualidad había entrado. Sorprendentemente vi mi nombre en el cuadro (de la clasificación) y también vi que jugaría en el Court Central. La emoción fue muy grande. El tenis es mi pasión”, le cuenta Jelenik a EfectoTenis. “No me dieron un wild card (WC). No entiendo por qué estaba escrito al costado de mi nombre”, intenta explicar, desde Bratislava. Él desconoce las reglas. Dice que no le dieron una invitación para jugar el torneo. Sin embargo es la única vía “legal” para que alguien sin ranking ATP (de singles o dobles) pueda competir en la clasificación de un torneo del Challenger Tour. Ante la falta de jugadores con ranking, la organización lo incluyó en el cuadro, mediante un WC. “Tengo un ranking nacional en Eslovaquia, esta temporada estuve 61°. La firma para el Challenger de Bratislava fue el viernes, entre las 19 y las 21. Llegué a las 19 y probé suerte”, escribe en inglés este tenista amateur que tiene una historia de vida aún más interesante que su record de ser el “perdedor más veloz”.
El detalle del partido y el cuadro.
Desde que tuvo un año y hasta los seis de vida, Jelenik vivió en Mozambique, país ubicado en el sureste de África. Su padre, un diplomático, de esos que van girando (lease shirando (¿)) por el mundo y llevan a su familia como equipaje, se dedicó a viajar durante la infancia de Lukas que en Maputo, capital de Mozambique, empuñó un a raqueta por primera vez. “Empecé a jugar a los cuatro años donde vivía junto a mis padres. A esa edad, el tenis solo era para divertirme. La vida en Mozambique fue linda, interesante. Después, también viví en Portugal. Allá jugué seriamente para el Club Benfica. Mi entrenador era el ex coach de Marcelo Ríos, del cual no recuerdo el nombre”, relata Jelenik que sacó rédito a su nómade niñez aprendiendo inglés, portugués –se habla en Portugal y Mozambique, ex colonia portuguesa- y hasta español, obviamente incluyendo el eslovaco.
Jelenik y sus primeros años en África.
Además del tenis, actividad que practica una o dos veces a la semana, Jelenik trabaja en una reaseguradora suiza. Debido a su fanatismo por la Liga Portuguesa comentó tres partidos del fútbol luso para el canal “Slovak Sport”; mientras que hace siete años que escribe –según él, como hobby- para un diario deportivo eslovaco. “Soy un gran fan del Benfica. Jugué al tenis para ellos y vivía a tan solo 500 metros de su estadio. Obviamente me gustan mucho los jugadores argentinos como: Enzo Pérez, (Eduardo) Salvio, Ezequiel Garay y (Ángel) Di María que desafortunadamente se fue”, manifiesta con lamento este moza-portu-eslovaco (?), un auténtico trotamundos.
Hace unos años, junto a Eusébio, gloria del fútbol portugués fallecido en 2014.
”A los 28 años y teniendo un trabajo, el tenis es mi hobby. Lo que es gracioso es que ahora que es un hobby logré los mejores resultados de mi carrera”, comenta con orgullo. Volviendo al particular match que tomó nuestra atención, el eslovaco dice: “En la primera ronda me sentí bien. Sabía que no tenía nada que perder. Fue una experiencia inolvidable, y aunque no pude ganar un game, tampoco puedo ser comparado con esos jugadores que entrenan todos los días mientras que yo juego solo una o dos veces a la semana”. También agrega que fue interesante tener ballboys, umpire y jugar en la cancha central, aspectos a los que un tenista amateur no está acostumbrado.
Dos glorias eslovacas (?): Jelenik y el Topo Dominik Hrbaty.
En un ámbito distendido, teniendo en cuenta un chat que entró en confianza, Jelenik habla sobre su saque, su gran arma dentro del amplio (¿) abanico de golpes que dispone: “Realmente quedé impresionado con mi saque. Mis amigos me conocen como “el que saca fuerte”. Lamentablemente tuve un bajo porcentaje con mi primer servicio (44%), sino tal vez hubiese podido ganar un game”.
Un saque a 201 km/h.
Lejos de apichonarse con la abultada derrota, Jelenik comenta que el próximo año jugará más torneos profesionales y también analiza, con humor, la particular plusmarca que deberá cargar en sus hombros. ”Sé que mi partido fue el más corto, je. Bueno, alguien tiene que tener un record negativo, jaja. Lo tomo de manera divertida”.